Crisis capitalista

Desde octubre del 2008 tras la caída de importantes grupos financieros e hipotecarios de los Estados Unidos, fue declarada la crisis financiera internacional. Sin embargo, a diferencia de otras crisis originadas en países emergentes, esta se caracteriza por afectar sobre todo a las economías más poderosas del mundo. Entre los principales factores causantes de esta crisis se encuentra el manejo irresponsable del sistema crediticio e hipotecario, sumada al elevado precio de las materias primas, la sobrevalorización de los productos y la crisis alimentaria mundial.
Tras la bancarrota de los grandes grupos económicos de Estados Unidos y Europa, el papel de estado ha sido protagónico para el rescate de dichas empresas a modo de contrarrestar los efectos macroeconómicos. Distintas economías sobretodo ligadas a la unión europea han sido severamente afectadas, como es el caso de Islandia cuya moneda colapso en el 2008, o España y Portugal, que se hallan en una severa recesión.